Aterrador

Escribo desde la playa.

La verdad es que miro a mi alrrededor, veo toda ésta gente, veo como se relacionan entre ellos, cómo son... una playa es algo muy teatral, es un lugar en donde puedes observar tantas formas de moverse, de hablar, correr, jugar: Mujeres de la 3ª edad hablando de sus vecinas, parejas retozando, padres jugando con sus niños que están en la gloria, preadolescentes con conversaciones tan banales que serían dificiles de transcribir, Jóvenes fumaporros haciendo comentarios maliciosos de las jóvenas en top-less que están a su lado y que, sin duda, les estan oyendo, no sin cierta satisfacción...

¡Qué gracia! Unas puber me acaban de preguntar si "toco en algún grupo"... la verdad es que miro a mi alrrededor y casi todos los chicos de mi edad que veo llevan el pelo corto y van bien afeitados... estereotipo playero, imagino. Y claro, me ven con perilla y el pelo largo y ¡Tate!: estrella del rock... que insólito mundo este.

Me voy por las ramas. Como ya estoy viendo, tengo una tendencia natural a escribir mas allá de mi experiencia teatral en este blog, puede que empice a convertirse (sin querer, os lo aseguro) en un sintético diario.

Al fin y al cabo, mi vida es teatro.

Ayer actué.

En el 3 CAPS, lo explicaba en la entrada anterior, el bar de un amigo.

Fué horrible.

En serio, no horrible de "Bua, me salió fatal" sino horrible en plan monstruos y pesadillas hechas realidad.

El bar está muy bien... como bar, como espacio teatral es un asco.

Con un rectángulo que marqué en el suelo con cinta adhesiva negra, y usando una tela naranja colgada entre la pared y la máquina de tabaco, justo debajo de la tele de plasma, me hice un improvisado "escenario" y... me dispuse a actuar: Con luz natural entrando por todas los ventanales, ´con untécnico que tenía que atender la barra a la vez, con gente comiendo, entrando, saliendo, sacando tabaco de mi "pata" y, lo peor de todo, comentando cada jugada "Ayva que gracia","mira, ahora se pone a bailar""Hostia que tontería""fíjate que chaqueta lleva ¡Oye, que la tienes rota!"... en fin, de por sí ya era el peor espacio teatral al que me había enfrentado.

Pero el terror llegó con un esqueleto de mujer cuarentona y enfarlopada. Entró dando voces y yo, desde "Jean Cac'as", le llamé la atención...y ya no dejó de hablarme, a mí, al público, al aire...le daba igual, iba tan drogada y era tan amargada y burda que no le importaba que alguien la escuchara.

A mi si que me importaba...terminé como pude y me fuí...ni siquiera eran conscientes de que al final del espectáculo debían aplaudir....

Aterrador.

Por eso reduzco mi estancia y vuelvo a Zaragoza.

A preparar el festilimites.

Joder.

P.D.: Que ésto no influencie negativamente a negativamente a nadie para ir al bar, por favor, el trato es agradable y la comida está muy rica ¡¡VISITA EL 4 CAPS!!